Estamos apenas iniciando el año y ya tenemos referencias de casos de ejecutivos y profesionales en las empresas que reportan un altísimo y nocivo grado de estrés.
En apariencia son personas ecuánimes, que no pierden el control aún en situaciones de crisis, son convincentes, de apariencia relajada y atentos a los detalles. Normalmente, refieren fuertes competencias técnicas, son hábiles en la resolución de problemas propios de su área de gestión.
Pero el drama viene por dentro. Por su investidura de líder , de encargado de equipos y proyectos de alto impacto, no se puede dar permiso de expresar sus emociones, ni conectar sentimientos con otras personas, porque esto va en detrimento de los resultados esperados de él como líder, como modelo a seguir y seguramente en una perdida de confianza.
Es importante mantener el radar funcionando desde las altas esferas de gestión humana o de la oficina a cargo de la administración del personal, para promover en toda la empresa e incluir activamente a este grupo de personas en espacios que les permita mantener una salud mental sana, que puedan inocular el estrés adecuadamente, que puedan hablar de sus sentimientos y emociones sin temor a perder el respeto y la investidura de su cargo.
Tenga en cuenta que la prevención sea la constante: generar espacios de comunicación efectiva y de escucha activa: leer las señales, escuchar sin interrupción, mostrar sensibilidad e incentivar pausas activas para recargar baterías, para mantener el control de su vida, de su mente de sus emociones, y sobre todo para evitar lo que hoy en día está ocurriendo a muchos ejecutivos: incapacidades por fatiga crónica, enfermedades cardíacas, lesiones musculares, estrés crónico, altos índices de ansiedad, irritabilidad, depresión, entre otros.
Es clave mostrar un interés genuino en apoyar y en prevenir. No es posible que además de la presión que se maneja por lograr resultados importantes en esta locura de la competencia y productividad, las filas al psiquiátrico se estén engrosando por ejecutivos que colapsaron por falta de atención oportuna, por el desgaste físico y mental en el que se vieron consumidos durante largos períodos de tiempo.
La salud mental de la empresa, deberá ser un ítem importante en el cuadro de mando integral de las organizaciones, no debe traducirse solamente en actividades esporádicas, debe ser una meta crucialmente importante!
Olga Victoria Camargo Valcárcel Psicóloga Intersite Consultores